Llevo unos días pensando el tema de mi nueva entrada, había pensado en hablar sobre alguna de mis preguntas de clase, pero no encontré nada que me convenciese, después pedí ayuda, pero todas las ideas que me daban me parecían temas pesados y aburridos, miré muchos blogs, buscando un problema para robar del cual hablar, pero nada me convencía… Pero una tarde, de camino a entrenar, yo seguía pensando sobre qué tema tratar, porque ya tenía que hacer la entrada de la semana, y entonces al ver que no se me ocurría nada recordé la pregunta que hice hace unos días en clase: ¿Por qué esta semana no tengo ideas para hacer mi entrada del blog? Por lo que pensé que podría intentar resolver este problema, pero no sabía cómo. Llevo muchos días pensando y buscando una solución, y hoy, a las diez de la noche me planteé transformar la pregunta a esta otra: ¿Es posible que no tenga una pregunta sobre la que escribir porque me exijo demasiado?
Busqué el significado de exigir y lo definía como pedir energéticamente o necesitar. Si, yo necesitaba un tema que tratar, pero la mayoría no me convencían, por lo que los rechazada. Por tanto creo que las palabras exigir y rechazar están más o menos complementadas, es decir, siempre que exigimos algo rechazamos algo y al contrario.

Por ejemplo, mi equipo de balonmano siempre ha tenido un rival muy fuerte, Bolaños, todos los partidos importantes decisivos y las finales han sido contra ese equipo, y siempre antes de estos partidos, el entrenador nos prepara entrenamientos especiales contra ese equipo, nos da charlas, entrenamos más días de los habituales y se le da mucha más importancia que a los demás partidos. Cada vez que jugamos contra este equipo, pienso que ya no sólo mi equipo, sino también el contrario vamos pensando, ya no en lo que nos favorecerá ganar la liga, que sería pasar a la siguiente fase de campeonato de España, sino el orgullo de decir las hemos ganado, somos mejores que ellas.
O cuando estudiamos para un examen, nos exigimos mucho estando mucho tiempo estudiando porque queremos sacar buenas notas, pero nos rechazamos en cierta medida porque nos privamos de hacer otras cosas durante todo ese tiempo que estamos estudiando y elegimos hacer una cosa u otra.
O como en mi caso, que me exigía mucho buscando un tema, pero debido a la exigencia, no he encontrado nada, ya que para escoger el tema pensaba en uno que interesase y fuese atractivo, y por eso a las once de la noche aún no había terminado de escribir mi ensayo. Creo que tampoco cumple mi objetivo de mantener la atención de todos durante la exposición entera, en este caso la exigencia me ha perjudicado.
Pero en general, la exigencia a uno mismo es buena, ya que no tenemos que ser descuidados y tenemos que intentar superar nuestros límites y mejorar cada día, pero sin obsesionarnos, ya que esta obsesión no nos deja ver lo que realmente queremos conseguir, sino lo que la gente piense del resultado de nuestras acciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario