Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará.
Gandhi.

29 de noviembre de 2011

En este mundo raro.


Si preguntas las cosas sencillas
aprendí a responder,
y para aquellas preguntas prohibidas
ningún maestro encontré.

En este mundo raro
que a veces se complica,
y no tengo claro
lo que significa.

Pregunté el por qué a tantas cosas
lo que escuché no me gusto.
La ignorancia es a veces hermosa,
inocente como el amor.

En este mundo raro
que tanto se complica,
y no tengo claro
lo que significa.
Porque este mundo es raro
y nadie me lo explica.

No me hables de otro lugar,
de vivir una eternidad,
tal vez me parezca aburrido
y yo prefiero estar, contigo nada más.

Sigo estando flotando entre estrellas
sin saber bien lo que soy.
¿Dónde existen las cosas más bellas?
¿Para que sirve el rencor?

En este mundo raro
que tanto se complica,
y no tengo claro
lo que significa,
porque este mundo es raro
y a veces se complica,
porque este mundo es raro
y nadie me lo explica
en este mundo raro.

Los Secretos.

27 de noviembre de 2011

¿Por qué esta semana no tengo ideas para hacer mi entrada de blog?


Llevo unos días pensando el tema de mi nueva entrada, había pensado en hablar sobre alguna de mis preguntas de clase, pero no encontré nada que me convenciese, después pedí ayuda, pero todas las ideas que me daban me parecían temas pesados y aburridos, miré muchos blogs, buscando un problema para robar del cual hablar, pero nada me convencía… Pero una tarde, de camino a entrenar, yo seguía pensando sobre qué tema tratar, porque ya tenía que hacer la entrada de la semana, y entonces al ver que no se me ocurría nada recordé la pregunta que hice hace unos días en clase: ¿Por qué esta semana no tengo ideas para hacer mi entrada del blog? Por lo que pensé que podría intentar resolver este problema, pero no sabía cómo. Llevo muchos días pensando y buscando una solución, y hoy, a las diez de la noche me planteé transformar la pregunta a esta otra: ¿Es posible que no tenga una pregunta sobre la que escribir porque me exijo demasiado?

Busqué el significado de exigir y lo definía como pedir energéticamente o necesitar. Si, yo necesitaba un tema que tratar, pero la mayoría no me convencían, por lo que los rechazada. Por tanto creo que las palabras exigir y rechazar están más o menos complementadas, es decir, siempre que exigimos algo rechazamos algo y al contrario.

Pero a veces las exigencias a nosotros mismos nos puede hacer daño, ya que si nos exigimos mucho nos rechazamos en la misma medida, por ejemplo, la típica “depresión” por el rechazo a no haber logrado una meta, nos exigimos demasiado una victoria olvidándonos de los sentimientos y de la verdadera meta, por lo que solamente queremos ganar y debido a la importancia sobrevalorada que nos damos a nosotros mismos, no pensamos en lo que nos favorecerá ganar, sino solamente en lo que la gente pensará.

Por ejemplo, mi equipo de balonmano siempre ha tenido un rival muy fuerte, Bolaños, todos los partidos importantes decisivos y las finales han sido contra ese equipo, y siempre antes de estos partidos, el entrenador nos prepara entrenamientos especiales contra ese equipo, nos da charlas, entrenamos más días de los habituales y se le da mucha más importancia que a los demás partidos. Cada vez que jugamos contra este equipo, pienso que ya no sólo mi equipo, sino también el contrario vamos pensando, ya no en lo que nos favorecerá ganar la liga, que sería pasar a la siguiente fase de campeonato de España, sino el orgullo de decir las hemos ganado, somos mejores que ellas.
O cuando estudiamos para un examen, nos exigimos mucho estando mucho tiempo estudiando porque queremos sacar buenas notas, pero nos rechazamos en cierta medida porque nos privamos de hacer otras cosas durante todo ese tiempo que estamos estudiando y elegimos hacer una cosa u otra.

O como en mi caso, que me exigía mucho buscando un tema, pero debido a la exigencia, no he encontrado nada, ya que para escoger el tema pensaba en uno que interesase y fuese atractivo, y por eso a las once de la noche aún no había terminado de escribir mi ensayo. Creo que tampoco cumple mi objetivo de mantener la atención de todos durante la exposición entera, en este caso la exigencia me ha perjudicado.

 Pero en general, la exigencia a uno mismo es buena, ya que no tenemos que ser descuidados y tenemos que intentar superar nuestros límites y mejorar cada día, pero sin obsesionarnos, ya que esta obsesión no nos deja ver lo que realmente queremos conseguir, sino lo que la gente piense del resultado de nuestras acciones.

20 de noviembre de 2011

¿Qué me pasa?

El otro día, cuando hablaba con una amiga le dije: “menudos días llevo”, y ella me dijo que si que me notaba distinta, entonces me puse a pensar qué me pasaba, esto nunca me había pasado de esta forma. Pensando en esto, llegué a la conclusión de que todo lo que me pasaba era un cúmulo de cosas, estaba algo estresada por los exámenes que se acumulaban, las tareas de clase que, como no me daba tiempo a hacerlas en casa, tenía que quedarme en los recreos en clase a hacerlas, la acción ciudadana la llevaba retrasada, llegaba tarde a entrenar, los entrenamientos no me salían bien porque estaba pensando en todo lo que tenía que haber hecho antes o todo lo que me esperaba después, tenía que sacar unas tardes para hacer el trabajo de cmc con Gloria, echaba de menos momentos, personas, echaba de menos estar con mis amigas como antes, echaba de menos ir a visitar a Imanol como hacía este verano, echaba de menos verlo, estar con él todo un día sin tener que preocuparme por estudiar o hacer tarea, echaba de menos hablar por teléfono con él, mientras no pensábamos en la hora y nos daban las dos de la mañana, lo echaba y lo echo de menos.


Llevo unos días que no me siento como siempre, me noto cambiada, un poco asqueada también, la gente, como mis amigas y mis hermanos me lo han dicho, que estoy “rara”, molesta con todo lo que me dicen o lo que pasa a mi alrededor…

Pero… ¿qué siento cuando echo de menos todas estas cosas?  
Cuando usamos esta expresión lo hacemos porque queremos decir que añoramos, que notamos la falta de personas o cosas… Cosas como nuestra cama después de un largo tiempo en otro lugar, como nuestra casa después de muchos días fuera de casa, nuestro pueblo, donde pasábamos los veranos de pequeños, largos paseos en bici con nuestros hermanos y primos, tardes con tus abuelos frente a la chimenea, un deporte, la comida de tu yaya, conversaciones, una sonrisa, tardes de cumpleaños con tus amigos de siempre, una mirada… Personas importantes como nuestros amigos de la infancia con los que pasábamos las tardes jugando, personas que te marcan por la manera de tratarte, de mirarte, de hacerte sonreír, de ayudarte, de estar contigo.
Personas con las que has compartido muchos o pocos momentos, pero momentos especiales. Personas tan especiales que a veces llegas a echar de menos hasta sus enfados. Echamos de menos a nuestros hermanos cuando se van lejos a estudiar o, simplemente, cuando se van de viaje unas semanas, a nuestros amigos cuando nos hacemos mayores y cada uno elige un futuro diferente, cuando estamos en esas interminables semanas de exámenes y no podemos pasar el mismo tiempo con ellos, echamos de menos a familiares que fallecen, abuelos que no vemos con tanta frecuencia como cuando éramos más pequeños, echamos de menos a nuestro primer amor, a nuestra pareja cuando está lejos y pasamos largas semanas sin verla por la distancia o porque estamos ocupados.
 
Pero… ¿cómo llega este sentimiento a nosotros?
Llega cuando pasan los días y no puedes ver a esa persona, y cuantos más días pasan más te acuerdas de ella, más piensas en esos momentos en los que estabais juntos, disfrutando el uno del otro, disfrutando los unos de los otros, recuerdas vuestras tonterías, vuestros mejores momentos, ¿y por qué no recordamos los malos? Pues porque cuando pensamos en una persona a la que queremos y que echamos en falta siempre la echamos en falta por eso, por los bueno momentos que has pasado con ella, y quieres que vuelvan…

Por tanto, todo esto que me pasaba y que aún me pasa es que, a parte de todo los exámenes, trabajos, y tareas, es porque lo echo de menos, echo de menos estar con él, verlo más a menudo, y aunque por la distancia sabía que no lo podría ver mucho, después de tanto tiempo sin verlo, sin poder hablar con él a la cara, después de tanto tiempo sin abrazarlo… es por eso por lo que no estoy como siempre. Y es que cuando quieres a alguien necesitas estar a su lado en muchos momentos.

 
*El espejo no miente, me veo tan diferente, me haces falta tú.